SISTEMA DE CRIANZA Y MANEJO

Nuestras cabras viven en sistema de semi-estabulación.

Parte del tiempo permanecen dentro del establo y otra parte en potreros establecidos básicamente para que los animales retocen y reciban luz solar.

Aunque están sembrados con pasto estrella y las cabras pastorean en ellos la cantidad que consumen no se contabiliza en su dieta diaria. 

 

Los establos son amplios y ventilados, están construidos en madera (chanul).

Los pisos están tendidos con bastidores de madera con separaciones  que permitan la caída de la caprinaza y eviten su acumulación en el piso. 

 

La caprinaza se acumula abajo a una distancia de un metro de las cabras y es recogida dos veces a la semana para llevarla a las composteras y lombricompuesto.

 

 

En la parte delantera se encuentran los comederos para forraje picado y los ramoneaderos para ramas.

La asignación de espacio es de 1,5 metros cuadrados por animal.

El establo dispone de salas de partos o compartimientos para los partos, donde los bastidores del piso están menos separados para evitar que las crías se fracturen las patitas. 

También hay corrales de crecimiento para cabritas entre los cuatro y ocho meses de edad. 

Cada macho tiene su propio corral. Los machos se mantienen alejados de las cabras, a una distancia no inferior a los 40 metros.

Esta separación es necesaria para evitar que la cercanía del macho estimule la secreción hormonal en cabras que están lactando y pueda alterar su olor, sabor o calidad.

Además de alimento, luz solar, esparcimiento y cuidado sanitario, nuestras cabras reciben afecto. 

Diariamente nos acercamos a ellas, les hablamos y acariciamos. Las cabras son animales tiernos e inteligentes.

 Cada una es distinguida con un nombre propio y cuenta con una hoja de vida donde se registra su producción de leche, montas, partos, peso y control sanitario.