Nuestras cabras son sanas porque su alimento es diverso y balanceado.
También porque sus instalaciones son limpias y su manejo adecuado. 
Las cabras son alimentadas con pastos y forrajes orgánicos cultivados en las mismas fincas, cortados o en rama, en tres porciones diarias, a saber, pastos (imperial, elefante, marafalfa, guatemala)
Las cabras tienen a su disposición pequeños potreros sembrados con pasto estrella donde se rotan periódicamente
Adicionalmente se les proporciona una porción de cereales, miel y sal
mineralizada a su disposición.
La
utilización de árboles, arbustos forrajeros, pastos de corte y pasto para
pastoreo en el desarrollo de un modelo de
capricultura ecológica, es una opción tecnológica promisoria.
El sistema radicular profundo de árboles y arbustos permite bombear
nutrientes y agua de las capas más profundas del suelo, donde no hay
competencia con las gramíneas.
Así mismo el incremento de biomasa de raíces a diferentes profundidades, permite aumentar la infiltración del suelo y esta, reduce el escurrimiento y por lo tanto la erosión.
En el mismo sentido, el incremento de la biodiversidad provee un alimento balanceado y rico en proteínas, comparado con el aporte de las gramíneas en monocultivo.
El establecimiento de especies vegetales en bancos mixtos, como fuente de alto contenido de proteína, fósforo y calcio, combinados con lotes de pasto de corte y pastoreo, que contribuyen a la nutrición de las cabras lecheras es la mejor opciónpara mejorar el estado nutricional de los animales en un sistema semiestabulado. 
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